1.
Recordar que sólo existen 2 brazadas e
ir aceptando la situación del presenté, el tiempo no existe, existe la persona.
2.
Ubícate en el presente para escuchar los
mensajes del cuerpo, qué mensajes te da el cuerpo en ese momento y debes
aprender a escuchar y a escucharte
3.
Conéctate con tu inspiración, que es
vida, que es tu conexión con tu espíritu, y te conecta al universo.
4.
Cuando estas conectado todo fluye, tu
camino va a humanizarte a su máximo potencial de luz, tranquilo, feliz y pleno.
5.
Ante la adversidad y ante tus demonios
ERES TÚ el mismo en todo momento, sólo tienes que SER TÚ.
6.
Concéntrate en la inspiración de tu
respiración y mantente conectado. Concéntrate en tu mundo interno no en el
externo.
7.
Baja tus niveles a la calma, no quieras alumbrarte, se la luz misma.
8.
La respiración bien realizada te
sana en todo momento, te recupera y
regenera al instante.
9.
Tienes que aprender a vivir en una
condición mental espiritual que domine completamente la parte física.
10.
Tienes que acallar la mente, para
conectar el espíritu. LA ACCIÓN TRASCIENDE AL ESPÍRITU.
11.
Nada más te puedes concentrar en el aquí
y en el ahora para conectar tu espíritu.
Muy en especial me
marcó profundamente la frase de: “No quieras alumbrarte, se la luz misma”.
Siento que es precisamente esa la esencia de este reto. El día de mañana, 28 de
Abril de 2013, me internaré en un reto por sobre demás difícil, pero no voy a
ser el único. Muchas personas con un gran corazón y un espíritu deportista,
tomaron la decisión en el camino de sus vidas de nadar conmigo esas 12 horas.
El simbolismo de esta acción habla precisamente de la frase que Gerardo
mencionó, sobre la importancia de no querer alumbrarse sino ser la luz misma.
Cualquier otro día todas esas personas que nadarán conmigo, harían esa misma
actividad por ellos mismos. Pero mañana no, mañana es diferente, mañana ellos
serán la luz misma para muchos niños que están caminando por el sendero de la
incertidumbre y la luz de la esperanza es lo único que les queda tanto a ellos,
como a sus papás.
Creo que lo estamos
logrando, ese movimiento de amor y cariño indiferente e incondicional hacia
otras personas que viven en desgracia. El mundo se transforma de uno en uno,
logrando una cadena de eslabones que a su vez contagian de altruismo a los
demás. Sigo pensando que la recaudación
es importante ya que con el recurso es que los medicamentos se compran, pero
creo que es más importante la concientización de la gente, desde el más pequeño
hasta el más grande, que le dedicarán su sudor, esfuerzo, tiempo, dinero y
sobre todo, amor, a unas personitas que no conocen, pero que saben que los
necesitan. Y, ¿qué no acaso es de eso de lo que se trata todo esto?, de ayudar
por ayudar. De despertar la conciencia personal para que las acciones propias
se conviertan en ajenas. Se trata de evolucionar hacia seres capaces de vencer
enfermedades y adversidades con la voluntad de hacerlo.
Mañana es importante,
ya que comienza de manera muy tangible una transformación del ser dentro del
ser mismo. Las brazadas que todos demos mañana servirán para salvar vidas, y
eso no tiene precio, pero si un valor… el de la vida misma. ¡Vamos a echarle
ganas todos nosotros que tenemos la capacidad de hacerlo! ¡A nadar por nuestros
niños con cáncer de Una Nueva Esperanza! Que al fin y al cabo de eso se trata
la vida, de trascender a través de los demás. Dejar una huella lo suficientemente
implantada en la humanidad, que prevalezca por los tiempos en los corazones de
las futuras generaciones, y así ellos, vivan no queriendo alumbrar, sino siendo la luz misma para todos los demás.
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