Segunda sesión de
coaching con Gerardo Macfarland
Tarea
Hoy
después de la sesión con Gerardo Macfarland, recapacité varios temas que de
manera interna sabía que existían pero que no quería afrontar. El estandarte
del reto es apoyar a los niños con cáncer de Nueva Esperanza, pero esta presión
junto con otros factores, estaban haciendo de cada entrenamiento un calvario.
El compromiso de llevar a cuestas la responsabilidad de ayudar, era demasiado e
imposible de sobrellevar. Es por eso que al desnudar el reto, llegamos a la
conclusión de que antes que nada tengo que realizar este reto por mí mismo,
como una misión en vida que a su vez va a trascender de diferentes maneras.
Estoy
consciente de que la hazaña es difícil y con todas las probabilidades en
contra, pero mi ideal es más fuerte que todos esos obstáculos, y es por eso que
tengo que enfocarme en realizarlo como un reto personal, más que en un asunto
de cargar a todos. Los niños de Nueva Esperanza, sus padres, los
patrocinadores, las personas que han confiado su donativo, mi familia, mis
amigos, los medios de comunicación, todos ellos aparentemente son a quienes
debo responder, cuando en realidad ellos son los que me ayudan a completar una
misión, sea cual sea esta.
Estoy
convencido de que el intento con aspiraciones a éxito, se va a realizar, pero
también estoy consciente de que cualquier cosa puede pasar cuando juegas a ser
un héroe. Es por eso que al liberarme de estas presiones quedo yo solo con el
agua helada, la noche oscura, y un reto por delante.
Cada
entrenamiento es un cruce en sí, aunque sea
en alberca. Nadar durante varias horas al día, en agua fría, empezando
con los primeros rayos de la mañana y terminando con el sol encima, no es
fácil. A veces las presiones del trabajo, la casa, la familia, etc., te las
llevas al entrenamiento y se convierten en anclas que hacen de cada vuelta un
lastre que te va arrastrando al fondo. En ocasiones el aire parece faltar, los
músculos se entumen y peor aun cuando estás enfermo. Estas últimas semanas he
estado enfermo de las vías respiratorias, pero el entrenamiento sigue, así como
la vida sigue aún con los problemas que día a día tenemos todos. Son esas
condiciones extremas las que te hacen fajarte ante los obstáculos y recordar
que al final en el Canal de la Mancha, en el agua, voy a estar yo sólo con mis
pensamientos, con mi cuerpo, con el agua helada, con la noche, con la marea,
con mis demonios, si permito que me acompañen.
Este
sábado 29 de Diciembre de 2012 me propongo realizar, como preparación para el
Canal de la Mancha, un nado continuo de 10hrs en la Laguna de Alchichica
empezando a las 6 am con la obscuridad de la noche y terminando aproximadamente
a las 4 pm. Esperamos que la temperatura del agua oscile entre los 10 y los 12
grados centígrados, lo cual habla de aguas heladas. Pero el agua es mi medio al
igual que el frío, estoy convencido de que no llevo ninguna traba más que mi
propia mente. Mi cuerpo está preparado y estoy convencido de que mi mente
también. El observador me ha de guiar en la oscuridad, en el frío y en la
soledad, tal y como debe ser, tal y como siempre ha sido.